lunes, 30 de marzo de 2015

El ritual







Comienzas el flirteo enviándome pequeñas olas espumosas que el sol adorna con destellos dorados. El agua llega suavemente a mis pies haciéndome notar que no está tan fría como yo me temo. En el fondo estoy deseando  fundirme contigo, pero la excusa de tu temperatura me sirve para que, llegado el momento, el gozo sea aún más sublime. De nuevo salgo empapado de felicidad y dispuesto a disfrutar de otro verano junto a ti. Ya llegará el momento de volver a contar cada segundo hasta que podamos reencontrarnos de nuevo.
Aquellos  ojos azules




Las altas esferas de la abogacía le consideraban un fenómeno como profesional y como persona. Eran poderosas razones para que no hubiera tenido excesivos problemas para conseguirle asilo a la mujer que se escondía tras unos ojos azules que le encandilaron desde el primer instante. Por ellos llegó hasta el punto de empadronarla en su domicilio para proporcionarle una dirección fiscal. Miró de reojo por enésima vez el calendario que le recordaba sin piedad que se cumplían dos meses desde que ella desapareció. Intentaba disimular su tristeza repitiéndose aquello de: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.

miércoles, 18 de marzo de 2015

El año nuevo y el frío se presentaron fielmente aliados,
algo ya habitual,pues,de hecho,formaban una avenida pareja,
así que todos nos despedimos de los disfraces de nochevieja
para disponernos a afrontar el invierno convenientemente abrigados.

Para nosotros,los jóvenes,las  jornadas llegaban a ser agotadoras.
No éramos conscientes de que a las madres llenábamos de trabajo.
El Barrito,el Poli,la Lonja Vieja,¡algunos se atrevían hasta con el Tajo¡
Y la ropa sucia se acumulaba en las casas junto a las lavadoras.

Como casi siempre sucedía,antes de los pasodobles del carnaval,
la lluvia nos sorprendía con su,a veces,molesta presencia,
pues se llegaba a cebar con una cruel y especial virulencia
en zonas como el Hoyo de la Tota o la explanada del Zapal.

Mientras el soleado día por la Barra o el Botero plácidamente pasaba,
por las noches se veían las procesiones en la Cuesta del Cojo Soler.
El rosquete,el pan duro o el pestiño eran los manjares para comer,
hasta que por la Chanca te envolvía el olor a atún de almadraba.

Eramos inmensamente ricos al poder elegir varios sitios para jugar,
pues se disfrutaba sin parar de un sinfín de parajes espectaculares.
La Tarayuela,el Montará,la Breña,tantos hermosos pinares,
y el 7 de Mayo ¡ a la Oliva para los primeros helados del año degustar ¡

Una vez más,el pegajoso calor veraniego nos quiso venir a invadir,
más como un poderoso ejército el pueblo se lanzó a la arena.
Zahara,los Caños,la playa del Cármen o la de la Yerbabuena.
¡ Anda que no teníamos armas para al Lorenzo combatir ¡

La lucha se extendía también contra el Levante o el Poniente,
pero se lograba un valioso premio por cada batalla ganada:
unos maravillosos días de fiesta en la Feria o en la Sardinada,
o poder disfrutar del mar con el Paseo Marítimo como invitado silente.

Hasta que el Otoño traía algún barco con el tope de boquerones
y el pueblo se arremolinaba en el Puerto ansiosos por celebrar.
Muchas noches se desafiaba al sueño para ir al Río Viejo a pescar,
o por el día poníamos rumbo a los corrales del Chorro a mariscar ilusiones.

Tocaba también reconstruir la pandilla para luchar contra otras rivales,
además de formar un equipo para competir en la temporada futbolera.
El Campo de la Academia o el del Barcelona eran nuestros estadios de primera
y el Parque del Ayuntamiento o el Infanta Elena los cuarteles generales.

Estas eran las aventuras que podían ocurrir en un año normal,
un año al que cualquiera le puede poner su personal numeración.
Porque tendrá muchos como éste guardados dentro de su corazón,
pero todos con el mismo escenario: Barbate,un pueblo único y especial.

A mi,el evocar todos estos recuerdos me parece una verdadera maravilla
y sé que,mientras viva, no podré ni querré borrarlos de mi mente.
Por eso sólo deseo que para todo el pueblo y su encantadora gente
este sea su perpetuo sueño y salgan de una vez de la actual pesadilla.


Vaya diita más malo Andrés,estoy estroncá
Me duele to el cuerpo y me encuentro esmorecía
Na mas levantarme ya me puse a hozifá
Y al final el cantillo ni subirlo podía.


Yo escaecío de trabajo tampoco he estao
Y pa colmo me fui a caer de una padereta
Y con el golpe me hice una buena mosqueta
Asi que me he llevado to el día emperruzao

Pues un buen zaleazo te habrás pegao
Como una pandorga has tenío que volar
Asi te veo que vienes to empercochao
Hasta con la portañuela abierta de par en par


La verdad es que el zarpajazo ha sido de cine
Parecía que me estaba dando una zambullá
Y aunque tenga mas años que el loro de Juan Martínez
Yo tomara que tu vieras que peazo de tragantá


Mala cogestión te de,poco es lo que te diga
Pues por aquí hay andancia seguro
El Manolito vino vuelto de la miga
Estaba mu repunante y con el estómago duro


Ennenante te lo iba a haber preguntao
Y es que no he visto hoy a mi zartacañita
Crei que lo iba a encontrar con sus estampitas
Porque mira que está el puñetero empicao


Inchi,pero si es lo único a lo que quiere jugar
Dice que ya está harto de furbo y de balones
Que por esta parte hay muchos hundilones
Y que las pelotas siempre se van a embarcar


Trasantier con él me jarté de reir
A lo lejos lo vi que to ralito venía
Me dijo que al Antoñico acababa de espulir
Y eso que le había querío hacer lechería





No ni ná,anda que no es espabilao
Y no como el bulto sin ojos del vecino
Más flojo que el fango y siempre escaqueao
Algún día da una escampavía y coje el camino


Valiente charabasca,es que ese es mu delicaíto
Con él tiene su pare una dita mu buena
Una garfañá grande le metía en la melena
Y le decía: juye a trabajar ahora mismito


Tes qui pui ya y ten algo de sentío
Ese es un simpaná y no trabajará aunque quiera
Él se cree con to los estudios concluíos
Y no vale ni pa darle patás a una piera


Bueno mira,que le den por saco a ese zapaleño
Me voy a quitar la bajera que tengo sueño
Hazme un favor y mata aquella curiana
Y vamos a dormir que ya amanecerá mañana.


martes, 10 de marzo de 2015

El duelo


Los dos hombres frente a frente y escopeta contra escopeta. Uno con uniforme de combatiente de la guerra civil española. Su rival vestido como soldado estadounidense de la segunda guerra mundial. El español era torero y con la humildad por bandera. El americano un duro boxeador y persona de carácter. Ambos perecieron de un certero disparo en la cabeza. El torero ejerció de infalible pescador y supo capturar a su pieza. El boxeador hizo gala de su amplia experiencia como cazador y no tuvo piedad de su presa.

Juingo

La barbacoa


Mientras preparaba los cubiertos, su preciosa melena adquiría un tono aún más rojizo, como queriendo absorber las llamas que danzaban a su alrededor. A su lado, el chico miraba embelesado como a la luz del fuego se adivinaba la voluptuosidad de sus senos fantaseando con que esa era la carne que anhelaba saborear aquella noche y no la que se cocía lentamente en la barbacoa.

Juingo

Historia y colchones


Se levanta malhumorada y retirando de mala manera todos los libros de la habitación. Entonces miro al Principito y a don Quijote y les sugiero ir a la montaña mágica donde los esperan el viejo y el mar. El alquimista y Robinson Crusoe se van de viaje al centro de la tierra y es cuando me planteo estar cien años de soledad.  Luego, por suerte,  el perfume de las sábanas limpias me recuerda que conyugales desazones,  se arreglan en los colchones.

Juingo

La fuerza de un susurro


Llevaba ya mucho rato esperando su llegada, pero aun así, aquel susurro en su oído derecho le activó por completo. Abrió los ojos desterrando por fin la negrura en la que se hallaba inmerso, para llenar su mundo de color y su alma de alegría al ver la sonrisa de su amada. Entre fingidos aplausos, las enfermeras celebraron el reencuentro tras cinco días en un profundo coma.

Juingo

5 kilómetros a través del tiempo


El intenso frío reinante me hizo entender definitivamente que durante toda la prueba no se escaparía de mi mente la pregunta que me llevaba martilleando unos cuantos días: ¿Por qué te tienes que cruzar España entera para participar en una carrera con lo bien que se corre en tu tierra? No sé cómo me dejé convencer, pues correr al nivel del mar contemplando las costas de África es un verdadero privilegio. De repente, el corazón casi me da un vuelco al ser testigo de una espectacular pelea entre un oso y un tigre dientes de sable para ver quién de los dos se hacía poseedor de los derechos de caza sobre un hermoso ciervo que se alejaba disimuladamente del lugar. Durante el resto del recorrido, contemplé atónito a rinocerontes de dos cuernos y elefantes compitiendo por un imaginario premio al más majestuoso o a unos hipopótamos convertidos en improvisados y sorprendentes espectadores del Cross mientras que los bisontes corrían a nuestro lado queriendo dejar claro que, corriendo,  éramos muy poco rivales para ellos .Cuando terminé los cinco mil metros, me di realmente cuenta del premio obtenido ese día: un maravilloso y mágico paseo por la historia.


JUINGO.