Comienzas el flirteo
enviándome pequeñas olas espumosas que el sol adorna con destellos dorados. El
agua llega suavemente a mis pies haciéndome notar que no está tan fría como yo
me temo. En el fondo estoy deseando fundirme
contigo, pero la excusa de tu temperatura me sirve para que, llegado el
momento, el gozo sea aún más sublime. De nuevo salgo empapado de felicidad y
dispuesto a disfrutar de otro verano junto a ti. Ya llegará el momento de
volver a contar cada segundo hasta que podamos reencontrarnos de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario