miércoles, 16 de septiembre de 2015



Título: Poder de convicción

Agotado a causa del intenso ejercicio realizado momentos antes, me relajé esperando recibir un merecido descanso. Noté entonces como tu mano se acercaba hasta que me rodeaste con fuerza. Esbocé una sonrisa de satisfacción pensando que me querías regalar un abrazo de buenas noches. Cuando tus traviesos dedos empezaron a zarandearme con energía, comprendí que mi reposo tardaría aún en llegar. Al sentir como tus labios me envolvían por completo, hice acopio de las pocas fuerzas que me quedaban, preparándome así para una nueva batalla. Tu lengua me acabó de reanimar y me vine arriba con decisión dirigiéndome de nuevo a tu maravillosa gruta del placer para otra reconfortante visita. Solo me quedaba esperar que Morfeo perdonara el desplante anterior y que me acogiera dulcemente en sus brazos

No hay comentarios:

Publicar un comentario